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Español: Por lo general hasta ahora nuestros gobernales han prodigado sus favores á las ciudades o poblaciones numerosas que por su ilustracion o por su riqueza, o mejor por su importancia politica, han contribuido á satisfacer las interesadas miras de aquellos.

Por el contrario á las pequeñas aldeas que carecen por lo mismo de importancia politica, se las condena á un incompleto intismo contra todas las reglas de una buena administracion y de la mas estricta justicia. En prueba de nuestro aserto, y sin necesidad de citar ejemplos de pruebas lejanos, ahi está á tres leguas de Madrid, y sobre la orilla izquierda del rio Jarama, la villa de Velilla de San Antonio; poblacion de ochenta y seis vecinos encerrados en sesenta y una malas casas y cuatro cuevas. Se halla enclavada entre los pueblos de Arganda, Loeches, Mejorada y Rivas, los dos primeros a una legua de distancia y los otros á media.

En tan pequeño lugar solo reside un propietario y los veinte restantes están ausentes; solo cuenta con veinte y un pares de labor (seis vacunos y quince de mulas), y no tiene ninguna industria; paga de contribucion de inmuebles, cultivo y ganaderia, la enorme suma de 38,917 rs.

Ahora bien: esta villa reune treinta y ocho varones de 18 años abajo y cuarenta y una hembras de la misma edad; es decir, sobre sesenta y nueve jovenes; no tiene hace muchissimos años ni un simple maestro de escuela que enseñe á ambos sexos las primeras letras y la doctrina cristiana, de que se seguirá que al cabo de algun tiempo no habrá en el pueblo quien sea de justicia ni sepa leer una orden.

!Bello contraste con los infinitos establecimientos de Madrid!